Cargo en el Mekong
Pedaleando Francia
Mientras escribo esto estamos en un vagón de tren, nos acaban de informar que vamos a dormir en el tren porque la lluvia mantiene cerrada la próxima estación y lo estará hasta mañana asi que nada que hacer, no podemos seguir pedaleando Francia, ponerse cómodos y a dormir. Cuanta lluvia tiene que caer para que pase esto? Retrocedamos un par de días...
Donde los dejé íbamos saliendo del camping cerca de Pals con la intención de cruzar ese mismo día a Francia. El pronóstico decía que el clima se venía feo. Cuan feo era la pregunta. Al despertar pusimos a secar ropa que alcanzamos a lavar el día anterior, la carga en la máquina secadora costaba 4 euros, los ascos que nos damos a veces....
Bueno lo importante es que salimos con la moral en alto mientras lloviznaba bien equipados con nuestras capas de agua, chaquetas para la lluvia y todo rumbo al norte. Cuando llevábamos unos 10 kilómetros pasó una nube negra como la maldad y nos dejó caer la primera ducha del día. Afortunadamente justo estábamos en un pueblo así que nos rfugiamos en el toldo de una tienda junto con una señora, una mina y una guagua en coche. La mina resultó ser cicloturista y nos dijo que nos podría invitar a su casa si es que no tuviese justo que irse a otro pueblo. No es eso lo que le dirían a alguien que de verdad no quieren en su casa?
Bueno lo importante es que salimos con la moral en alto mientras lloviznaba bien equipados con nuestras capas de agua, chaquetas para la lluvia y todo rumbo al norte. Cuando llevábamos unos 10 kilómetros pasó una nube negra como la maldad y nos dejó caer la primera ducha del día. Afortunadamente justo estábamos en un pueblo así que nos rfugiamos en el toldo de una tienda junto con una señora, una mina y una guagua en coche. La mina resultó ser cicloturista y nos dijo que nos podría invitar a su casa si es que no tuviese justo que irse a otro pueblo. No es eso lo que le dirían a alguien que de verdad no quieren en su casa?
Bueno salimos de nuevo al norte con lluvia ya en serio, pasamos el pueblo de San Martín Pescador que tiene unas ruinas romanas, las cuales no paramos a ver porque son al aire libre y no había nadie lo suficientemente huevón para quedarse mojando viéndolas y nosotros no íbamos a inaugurar la fiesta.
Seguimos al norte y pasamos por una zona que era muuuy agrícola, pero que en la costa tenía dos campings para 7.000 personas, siete mil personas! Imagínense nomás la cantidad de campers entrando y saliendo y se me acabaron las ganas de pasar un minuto en esos lugares en verano. Cuando supe que España era el país con más turistas pensé que era en parte por los latinos pero debemos ser el tercer decimal del total. Solo con los alemanes, Ingleses y Holandeses tenemos literalmente millones de personas. No sé a quien dejarán cuidando Alemania durante el verano si se van todos....
Bueno, entonces seguimos nuestro avance hasta el momento exacto en que pasábamos por el hotel El Molí, en Sant Pera (San Pedro, como quedaste con mi catalán?) y ahí cayó el diluvio universal bis. Nos refugiamos en el pequeño techito de la terraza del resturant del hotel porque estaba cerrado y era tanto lo que llovía que en 5 minutos vimos subir el cauce del río que se había formado en la calle hasta al menos medio neumático de coche. En esa estábamos pegados contra la pared para que la lluvia no nos tocara cuando llegó una pareja que abrió el restaurant y entró un río de agua hacia el recinto. Nosotros les preguntamos si nos podíamos quedar hasta que capeara la lluvia y nos dijeron que sí, así que para no quedarnos de manos cruzadas nos pusimos a trapear junto a ellos los metros cúbicos de agua que entraron. Tras fácil una hora trapeando y conversando terminamos y la lluvia sufrió un downgrade de diluvio a tormenta con ráfagas de viento. Helena y Andy, Catalana y Suizo respectivamente y administradores del hotel, junto con Gracia que era la madre de ella nos invitaron a comer y a unos cafés en agradecimiento. Tras analizar nuestras expectativas frente a ellos con cara de dos metros al final nos invitaron a quedarnos por la noche. Eso y el desayuno del día siguiente sin pagarles ni un sólo céntimo. No sé que hubiera pasado si no nos poníamos a trapear cundo llegaron junto a ellos pero creo que nosotros dos tenemos un activo que no le quiero poner nombre pero hasta ahora nos ha ayudado un montón a que la gente empatice con nosotros y nos ayude de esa forma sin que podamos retribuir con algo valedero para nuestros benefactores. Si de algo sirve, en Sant Pera en el norte de Catalunya hay un hotel hermoso que abre de Mayo hasta Septiembre y que se llama El Molí, lo dirigen sus dueños durante los ultimos 51 años con la calidez del hogar.
Bueno, entonces seguimos nuestro avance hasta el momento exacto en que pasábamos por el hotel El Molí, en Sant Pera (San Pedro, como quedaste con mi catalán?) y ahí cayó el diluvio universal bis. Nos refugiamos en el pequeño techito de la terraza del resturant del hotel porque estaba cerrado y era tanto lo que llovía que en 5 minutos vimos subir el cauce del río que se había formado en la calle hasta al menos medio neumático de coche. En esa estábamos pegados contra la pared para que la lluvia no nos tocara cuando llegó una pareja que abrió el restaurant y entró un río de agua hacia el recinto. Nosotros les preguntamos si nos podíamos quedar hasta que capeara la lluvia y nos dijeron que sí, así que para no quedarnos de manos cruzadas nos pusimos a trapear junto a ellos los metros cúbicos de agua que entraron. Tras fácil una hora trapeando y conversando terminamos y la lluvia sufrió un downgrade de diluvio a tormenta con ráfagas de viento. Helena y Andy, Catalana y Suizo respectivamente y administradores del hotel, junto con Gracia que era la madre de ella nos invitaron a comer y a unos cafés en agradecimiento. Tras analizar nuestras expectativas frente a ellos con cara de dos metros al final nos invitaron a quedarnos por la noche. Eso y el desayuno del día siguiente sin pagarles ni un sólo céntimo. No sé que hubiera pasado si no nos poníamos a trapear cundo llegaron junto a ellos pero creo que nosotros dos tenemos un activo que no le quiero poner nombre pero hasta ahora nos ha ayudado un montón a que la gente empatice con nosotros y nos ayude de esa forma sin que podamos retribuir con algo valedero para nuestros benefactores. Si de algo sirve, en Sant Pera en el norte de Catalunya hay un hotel hermoso que abre de Mayo hasta Septiembre y que se llama El Molí, lo dirigen sus dueños durante los ultimos 51 años con la calidez del hogar.
La mañana siguiente fue gris como debía ser pero ya no había el mismo pronóstico de lluvia desmesurada. Partimos de muy muy buen ánimo tras la noche durmiendo bajo techo y en cama. Tomamos un camino chico pero con C mayúscula, que unía el pueblo de mierda A con el pueblo fantasma B que quedaban justo en nuestra ruta, que son las ocasiones perfectas porque podemos ir lado a lado y así compartir mucho más. Tras pasar todo el día juntos por tanto tiempo uno pensaría que ya no tenemos tema entre yo y la Cami pero siempre sacamos una estupidez nueva que nos divierte. Esta vez fue ir jugando a que las hierbas que bailaban hacia el camino con el viento eran nuestross fans en las subidas de la vuelta a España asi que fuimos dándoles la mano como hacen los verdaderos campeones. Otro Día fue traducir los carteles del catalán al español, otro haciéndole guerra a los mosquitos, y así se nos pasan los kilómetros y los días.
Decidimos cruzar a Francia por el camino costero porque el otro comparte ruta con la autopista y las pendientes son mayores, además comenzó a llover y mientras más corto sea el camino en esas condiciones , mejor. El último pueblo de tamaño decente por ahí del lado Español se llama Llança. Ahí almorzamos y nos metieron miedo con las pendientes del camino de ahí en mas pero nuestras cartas ya estaban echadas. Partimos a subir, y subir fue lo que hicimos. Cada 5 kilometros se repite el ciclo de subir un cerro, bajar a un pueblo minúsculo a orilla del mar y luego volver a subir por al menos 4 veces. Con la tormenta el calmo mar mediterráneo pareía la costa pacífica de nuestro Chilito cuando hay temporal. Finalmente bajamos por última vez en España hacia Portbou y subimos hasta cruzar la frontera. Hoy que ya la frontera es decorativa siguen estando los edificios del control aduanero pero están abandonados y con rayados independentistas Catalanes. Igual nos tomamos las fotos de rigor y comenzamos a bajar hacia Francia. Cosa curiosa, en este pueblo que queda a metros de España nadie hablaba Español, estaba todo cerrado y el único hotel que había abierto costaba demasiado para nuestro presupuesto. A esa altura ya llovía con ganas y llevábamos cerca de 20 kilómetros de montaña dura. Tras breve concilio un tren nos pasó por un tunel algo asi como 12 kilometros al norte hasta Port Vendres, donde encontramos un camping en una depresión recluido del viento donde pasar la noche. Al armar el camping debutó por fin nuestro protector para la lluvia que compramos en Granada cuando nos llovía sin parar y que luego no tuvimos necesidad de usar.
En el camping de nuevo nadie hablaba español ni inglés y en el baño habían hoyos en el suelo! Se habla en Frances y se caga en cuclillas, soy temporalmente transportado de vuelta a Marruecos.
Al día siguiente nos despertamos con sol! Somos tan felices que ni siquiera arrastrar la bici cerro arriba para sacarla de la depresión del camping nos molesta. Entramos en Francia y se nota, viñedos por todas partes y carteles con otro diseño, casas con otra arquitectura, es impresionante lo que una linea imaginaria puede hacer en diferencias reales. Lo que no cambió mucho fue la composición de la población. Sólo viejos disfrutando del sol y la playa, la gente no jubilada ya debe estar de vuelta en su cubículo, me hace sentir como un anarquista el estar pasándola bien por un año sin tener canas, arrugas y los cocos pendulares.
Nuestro objetivo era llegar a Perpignan a almorzar, y por ahí aparecimos a eso de las 1:30. Pasamos a un supermercado y compramos unos platos de couscous preparado que se llama Taboulé, súper recomendables. Además un montón de otras cosas para la noche porque para ese día teníamos planeado camping de nuevo. Perpignan de verdad lo pasamos muy rápido porque como que no encontramos el lado bonito, puede que nos hayamos perdido de algo, pero claramente no lo lamentamos mucho. Hasta ahí nos llegó la felicidad. Hacia el norte de Perpignan el mar se come la costa formando un lago separado del mar por un brazo de tierra que tiene una autopista, y por tierra hay otras dos autopistas y no mucho más. Además en la salida norte están todos los polígonos industriales así que no es posible salir por calles chicas laterales. Pasamos mucho rato afuera de un restaurant tratando de conseguir ayuda para evitar las autopistas pero no hubo mucho caso, tuvimos que entrar al menos por un rato corto, que terminó trágicamente cuando me pegué un pinchazo glorioso: Un perno de unos 3 cms clavado perpendicularmente en mi rueda capaz de rajar la cámara por los dos lados y dejarle una marca a la llanta misma. Rueda trasera significa desarmar todas las alforjas para sacar la rueda, y las cámaras de racambio están en una alforja así que además hay que abrir las dos porque siempre me equivoco de alforja a la primera, luego cerrar y montar todo de nuevo. Se pueden imaginar lo feliz que estaba cuando después de 500 metros se me desinfla la rueda de nuevo. La cámara que había pinchado en España quedó mal parchada y sucumbió ante el peso, de pura buena cuea estabamos junto a una tienda decathlon así que compré dos cámaras nuevas, parchamos y seguimos. Entre todo lo malo, lo bueno fue que encontramos una via verde que se acercaba al brazo de tierra entre lago y mar, asi que seguimos por ahí con la confianza en que para cruzar de vuelta a tierra por la salida norte podriamos hacerlos no por esas cochinas autopistas. Dormimos en un camping nuevamente bajo amenaza de lluvia, que tenía capacidad para miles y estábamos nosotros y tres abuelos mas, y salimos por la mañana por pueblos de vacaciones fantasmas hasta efectivamente encontrar una pista para peatones en el puente. En eso los franceses no se quedan cortos, siempre una solución amigable para la bici y el peatón mientras el camino sea lindo. Si no hay nada especial, a la autopista señor. Salimos considerablemente tarde, tipo 10:30 asi que paramos solo por un brunch en un rincón en una via verde ubicada en un bosque, y colgamos en los arboles nuestra ropa mojada mientras comíamos. Lindo show debemos haber dado comiendo con calzoncillos y calcetines colgando de unas ramas y nosotros cagados de la risa hablando en un idioma raro para las viejas que pasaban caminando con bastones de trekking, las muy ridículas...
La tarde estuvo entretenida porque encontramos nuevamente caminos entre pueblos de mierda sin tráfico. Lo mejor fue cuando llegamos a un lugar y en el campo de al lado habían cebras y avestruces, entramos por la parte de atrás de la Reserve Africaine de Sigean! Lo pueden creer? Awesome. Como hacía calor de verdad empezamos a comentar lo cansados que estábamos. Y es que ya una seman entera sin día de descanso pasa la cuenta. Así que decidimos llegar a la ciudad de Narbona y quedarnos ahí.
Originalmente pensamos en tomar un tren a la casa de una amiga de la Cami que estuvo de intercambio en su colegio, pero era muy lejos hacia el interior del pais y también era bien caro el pasaje. Pero esto nos dejó la bala pasada. Ya era el 2 de Octubre, osea queda menos de un mes para tener que partir a Nueva Zelanda y el avance ha sido bien poco, el cálculo del esfuerzo necesario para cruzar Francia también fue muy errado, porque no tiene nada que ver cruzarlo según la distancia que te da google por autopista que la distancia real que estamos cubriendo y de verdad siempre tuvimos contemplado saltarnos desde Montpellier hasta la costa en el este del país cerca de Italia. Lo discutimos durante la cena , pero la verdad era tanto el cansancio que mientras yo me lavaba los dientes la Cami ya roncaba. En Narbonne hay un hotel que se llama el Hotel de Paris, no vayan. Nos despertamos a la mañana siguiente tras la noche mas profundamente dormida que recuerde y conversamos sobre que hacer y decidimos salir desde narbona nomás. No hay mucho argumento para defender llegar a Montpellier dos días después pedaleando todavía bajo la lluvia y siempre con el viento en contra, perdiendo dos días de lo que puede ser Italia. El pasaje nos costó dos cojones y medio, pero hay que admitir que es un viaje largo hasta Niza y las bicis nos costaron 20 euros cada una porque son 10 por bici por tren y combinamos en Marsella, por ende son dos tramos.
TODO el viaje ha estado lloviendo y ya en Marsella no querían dejar salir nuestro tren porque había un problema eléctrico con el cambiador de los rieles. Al final salimos con dos horas de retraso y yo sufriendo pensando en donde íbamos a pasar la noche, porque Niza no suena como una ciudad donde quieres estar a las 10:30 de la noche tocando puerta en hostales y hoteles si quieres conservar los cojones que te quedan después de pagar el pasaje. Al final el problema era mucho más serio de lo que vimos en ese instante. Las tormentas dejaron 17 muertos y cortaron las líneas de los trenes a la altura de la estación de Cannes por al menos 3 días. Nosotros tuvimos que pasar la noche en el tren, pues al llegar a una estación de un pueblo pequeño nos dijeron que simplemente no íbamos a poder seguir avanzando. Al menos nos dejaron tomarnos una fila de asientos de primera clase y sacamos los sacos y las almohadas y siendo sincero creo que fue mejor para nosotros que llegar a pagar harta plata por una hostal de mala muerte con las bicis de lastre.
Al despertar nos dijeron que iban a poner un bus para continuar, pero la frecuencia de buses era bien baja, por lo que recién pudimos subirnos a uno tipo 12:30. El paso por Cannes no tuvo mucho de lindo porque estábamos presionados por llegar a NIce a una hora prudente para poder salir en las bicis en dirección a nuestro destino paara la noche: Menton.
Lo único bueno de todo este episodio es que esa tarde de DDomingo resultó ser espectacular , pues por ser el día después de la lluvia nos tocó harto sol sin mucho calor. POr ser Domingo además la costa staba en todo su esplendor, llenos de yates, turistas y nos adelantar unos 1.200 millones de dólares en Ferraris, Lamborghinis, Porsches y otros en nuestro camino a través de Mónaco y los alrededores.
Mónaco es digno de conocerse. Aunque no se pueda parar ni para comer un sandwich de lo caro es increíble lo que hicieron con el espacio que tienen. La ciudad es linda y colorida, de edificios antiguos pero está sobre un entretejido impresionante de túneles que desde la superficie pasan totalmente imprevistos. Debe ser un tremendo espectáculo estar ahí el día de la carrera de la fórmula 1.
Lo siguiente fue nuestra llegada a Menton, donde esperábamos contactar a una señora de Airbnb, para lo que tuvimos que ir a barsear Wifi al McDonalds local, donde por 4 Euros ($3.100) te compras 6 nuggets de pollo. Al final nos rechazó la invitación así que terminamos en el Hotel Richelieu, que a pesar de ser el más barato según Booking es bastante agradable y nos dejaron dejar las bicis en el pasillo del segundo piso.
Menton siempre fue uno de nuestros sitios de parada obligado, desde que en Ouamana en Marruecos el Francés que nos recibió nos hablara de ella que teníamos ganas de conocerla y no nos ha defraudado. Mitad pueblo del siglo XVIII y mitad moderno, tiene todo arreglado al detalle pra ser lindo y tiene una playa que si bien es rocosa, es súper linda. Lo más divertido qu nos tocó ver es que justo en la playa se realiza el campeonato europeo de pesca deportiva, y había cada loco con sus super cañas, super equipos, super carnadas y todo que nos entretuvo un buen rato ver como no pescaban nada. El agua del mediterráneo es una delicia para nadar en un día calmado y la Cami tuvo su oportunidad de superar su miedo al mar. Luego nos pegamos una comida en Restaurant para cerrar este lindo break y nos preguntamos cuando será la próxima vez que nos toque comernos un plato con más de 5 ingredientes y que se demore más de unos minutos en preparase. Estamos a 2 kilómetros de la frontera con Italia, esperemos que se venga muy muy lindo.
Para cerrar nuestro periplo por Francia, la verdad es que no me produjo nunca una sensación de comodidad. Primero que todo el lenguaje es muy agresivo al oído de quien no lo habla. Además no vi ni en España esa repulsión a hablar idiomas extranjeros, como si no hubieran ellos mismos apostado por bajar sus fronteras y recibir el tránsito de visitantes de todo el resto del continente. Además por último si no vas a hablar otro idioma, báncatelo pero no mientas! Laa típica conversación era:
Yo: "Excuse moi monsieur, vous parlé espagnol o angle?
Ellos: " Un poquito o Yes, a little bit"
Yo: "Me dice donde hay un supermercado?/ Where can I find a Supermarket? "
Ellos: " Ces't tre facil, lo rue De Gaulle a la droite, per la frncoise di la Ives Saint Lorent et la gauche du la ville rappel ralentise apré midi monsieur ....."
Yo: "Gracias, ctm...."
Lo otro es que si bien nuevamente no vimos muchos jóvenes, los que vimos se morían por parecer patos malos. Las modas son agresivas, pareciera que están en ese momento social en que ser más violento es ser más bakán. Hace rato que no me sentía inseguro y un par de veces acá me tocó que fuera así. Lo que si es notable es que Francia, producto de su historia colonial, ha tenido que lidiar con la integración de más culturas como la árabe y la del africa subsahariana y por supuesto que no ha sido una integración fluid. Se ven muchos grupos de negros siempre sólo entre ellos. Las mujeres árabes parecen mejor integradas pero los hombres, en especial los jóvenes, nos dieron una mala impresión. Nos tocaron 3 en los trenes, dos haciendo desmanes y uno borracho molestando a la gente y sólo por una cuestión de piel recibimos un estímulo muy distinto a los musulmanes que conocimos en Maruecos.
Bueno, en el ranking de los lugares que hemos conocido donde nos gustaría establecernos lmentablemente no podemos decir que Francia vaya a meterse al podio siquiera.
Nos vemos en Italia.