Las 10 cosas que más voy a extrañar de Australia
Voy a extrañar Australia. Después de un Año viviendo Down Under hay muchas cosas que sé que voy a extrañar, porque no encontré y muy probablemente no voy a encontrar en ningún otro lado. Éstas son las primeras diez de todas las cosas que se me vienen a la cabeza:
1. Apertura y seguridad: A nadie en Australia jamás le dijeron que no hablara con extraños cuando niño. Desde el momento en que pisamos Sydney por primera vez nos dimos cuenta que en Oz se acostumbra iniciar conversaciones de la nada, por genuino interés o sólo por un rato de diversión te van a meter conversa en la calle, en el tren, en la fila del supermercado. Se vive sin la idea de que quien se interesa en ti es porque algo tiene tramado. Y eso hace las cosas tanto más agradables que es difícil poner en palabras.
2. Igualdad: La economía Australiana tiene uno de los ingresos mínimos más altos del mundo, eso ya todos lo sabemos y muchos de nosotros terminamos allá por lo mismo. Lo que no se lee en ningún lado es el beneficio social enorme que tiene el armar una sociedad donde hasta el que menos gana pude vivir dignamente. Allá los formalismos de los mercados laborales parecen importar poco y nada, y se le va a pagar a cada cual según lo que la sociedad estime que vale su trabajo. Así, un gásfiter que es llamado en la medianoche a arreglar un W.C. que está chorreando caca puede ser uno de los empleos más rentables, mucho más que la mayoría de los empleos de oficina. Es un placer para alguien que viene del extremo superior de la desigualdad, como es Latino América, ver en un bar en el centro a los ejecutivos financieros que parecen sacados de un catálogo de moda, sentados al lado de las tan reconocibles camisetas fosforescentes de Labourers. Unos pueden haber estado moviendo millones, otros montando una nueva tienda en la misma cuadra, y pueden conversar sin ningún prejuicio. Pueden ser vecinos, sus hijos amigos o polol@s. Todo esto fomenta la movilidad social que tanto experto pregona pero no está dispuesto a decir la verdad, que sólo mediante el acercar los extremos de ingreso va ésta a existir.
3. Conciencia: Ya sea en cuanto a los indígenas, a los animales, al planeta y el calentamiento global, el LGBT…siempre quien se sienta llamado a una causa va a encontrar el grupo y los medios para poder demostrarse y participar. A mí en lo personal me tocó descubrir durante mi tiempo allá que mi cusa es la ambiental y me hice vegano. Gracias a quienes han promovido el veganismo en el pasado, hoy casi todo restaurant sirve a veganos, los supermercados tienen alternativas veganas a muchos productos y platos preparados, e incluso en tiendas de ropa o maquillaje ya se elaboran líneas veganas. Aunque sea una lástima hoy en día nuestra manera de interactuar en sociedad es el consumo, y me alegró mucho vivir donde el consumo es consciente y quién incurre en malas prácticas es castigado no por FB ni por los medios , sino que donde más duele, en el consumo. (¿Cree ud que CMPC perdió un medio por ciento de ventas después del escándalo del papel higiénico?)
4. Playas. Y eso que ni siquiera anduve por la costa Oeste que se supone que tiene las mejores playas de Australia. Lo que pasa es que en el pacífico sur las corrientes se mueven contrarreloj, llevando a las costas Chilenas el agua de la Antártica, y bajando a Australia las aguas desde el Ecuador. Hasta bien entrado Mayo me seguía despertando a nadar en Newcastle y desde Octubre que Manly y Bondi se llenaban de gente en Sydney. Independiente de donde viva a futuro, siempre voy a preferir un lugar donde la vida se haga de frente al mar. Newcastle es el mejor ejemplo: Los niños van a nadar y surfear en el colegio, los adolescentes se juntan a “topear” en los cafés del borde marino, los trabajadores almuerzan ahí mismo, y los jubilados pasan mañanas enteras caminando y sentados viendo los delfines en el mar.
Port Stephens.
5. Pájaros. Es difícil andar amargado en un país donde la paloma es una rosella multicolor y el gorrión es la cacatúa. Punto. Si vas a Australia luego te recomiendo que averigües un poco de los pájaros que se pueden encontrar y de su cantar, porque muchas veces me quedé pegado escuchando el canto más maravilloso sin poder identificar de cual de todos los ´pájaros provenía. Dato aparte, si vas a andar en bicicleta como nosotros ten cuidado con los Magpies, ese es el único pájaro que no voy a echar de menos.
6. Fauna: Ok, no son sólo los pájaros, son todos los animales. Y lo que antes de venir parecía un contra de Australia con todas sus historias de tiburones, serpientes y otros, se transformó en un tremendo pro a base de canguros, wallabies, possums, wombats, delfines y ballenas. Si bien viajar por Australia puede ser muy muy caro, recomiendo encarecidamente salir a hacer un road trip, internarse en parques nacionales remotos, ir a Tasmania o quizás el Northern territory. Lugares donde se encuentre la mayor cantidad de fauna autóctona. A nosotros nos faltó sólo el ornitorrinco para ver todo lo que nos propusimos ver. (Por favor evítense ir a zoológicos o a Morriset, canguros hay en todos lados fuera de las ciudades donde haya pasto).
7. La oferta y la demanda por comida. Será porque el Australiano promedio no sabe cocinar un carajo o simplemente no le interesa, pero una de las formas cómo más se mueve la economía Australiana es por el estómago. Cuando llegamos me sorprendió la cantidad de cafés y Restaurantes que hay por TODAS partes, a veces 5 uno al lado del otro y me pregunté cómo lo hacían para no quebrar. Luego me desperté un Domingo a las 9 de la mañana y vi que estaban todos los locales llenos de gente pidiendo desayunos de 30 dólares. Si bien nunca será mi estilo comer afuera todas las comidas sin duda que es algo fácil de apreciar del punto de vista económico, y desde el paladar.
8. Lo cosmopolita. En plena agitación mundial sobre el tema, vivir allá me enseñó los beneficios de ser un polo de atracción de migración. Sydney tiene barrios Chinos, Libaneses y Griegos. Restaurantes Thai, Españoles y Mexicanos. Hay literalmente más de 150.000 personas con visas working holiday, 400.000 estudiantes y 600.000 Neozelandeses. Mi impresión general es que por cada persona que haga un daño social en el país es muy difícil que el bien que generen los miles de buenos ciudadanos no lo compensen.
9. Honestidad Es a mi juicio la principal diferencia entre una sociedad de país desarrollado y el resto. Poder prescindir del enorme gasto que nos soportamos los latinos en blindar nuestros emprendimientos contra que nos roben, nos caguen, nos estafen y no nos roben nuestros propios empleados. Poder dejar mi bicicleta sin amarrar en la calle. Poder dejar la puerta del frente de mi casa sin rejas abierta. Poder prescindir de la cajera del supermercado porque el cliente puede pagar sus cosas solo. Eso libera los recursos para alcanzar el desarrollo de verdad. Lamentablemente no hay atajo ni camino fácil para alcanzar esto.
Yeah no worries mate! 10. El acento! Lo que al principio me tuvo preguntándome si me equivoqué de idioma, ahora se aprecia y agradece. Al final el acento Australiano es consecuencia de una actitud relajada y hasta pajera, es la forma más floja y cómoda de hablar alcanzando un mínimo de claridad. En Australiano cualquier palabra de tres sílabas o más es demasiado y hay que acortarla. ¿Breakfast? Que paja, ¿MacDonalds? Las pelotas, Macca’s. Ahora estando en Tailandia cada vez que escucho a un Aussie pasando a mi lado sonando como Steve Irwin me roba una sonrisa.
¿Has estado en Australia y tienes algo que agregar a la lista? Deja tu comentario aquí y estaremos felices de responderte.
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