Por rebote. Por mala suerte. Por descarte. Una de las mejores sorpresas de nuestro viaje fue terminar andando por Taiwan en bicicleta.
Llegamos a la isla sin haberlo considerado antes en nuestros planes. Tras el robo que sufrimos en Vietnam no queríamos ir a otro país donde tuviésemos que preocuparnos de la seguridad y por ende descartamos ir a Laos. Nuestros amigos australianos que fueron a Taiwán con sus niños nos lo recomendaron a ojos cerrados, así que partimos.
Sin duda que Taiwán difiere significativamente en términos de costos con el resto de los países del Sudeste Asiático. Con un PIB per cápita mayor al de Chile y Portugal, era esperable que se nos acabaran los hoteles con aire acondicionado por menos de $15 USD. ¿Las buenas noticias? Es un país muy seguro y acampar es facilísimo en cualquier lugar, y la comida es muy barata y deliciosa.
Para llegar a Taiwán volamos desde la capital de Vietnam, Hanoi, al aeropuerto de Taipei. Ten en cuenta que éste se encuentra en Taoyuan, a unos 60 kilómetros de Taipei y unidos por una autpista. Así que si vas a la ciudad deberías considerar un gasto de taxi o bus para llegar a tu destino. El vuelo de la aerolínea Vietjet nos costó $2.950.000 Dongs vietnamitas, a lo cual hay que agregarle $630.000 por 30 kilos de equipaje. Esto equivale a $128 USD por persona, más $28 USD por el equipaje.
Para salir de Taiwán volamos a Seúl y el detalle del costo lo pueden encontrar acá.
Taiwán tiene probablemente la población más simpática de todos los países que recorrimos. Además, la posibilidad de ser hospedados en casas de gente local (warmshowers y couchsurfing) volvió en gloria y majestad, Este es el detalle de nuestros gastos en los 25 días que estuvimos allá:
Costos de estadía en Taiwán
Como ven, para un país decididamente primer-mundista es un costo bastante bajo, que se explica así:
*Pagó alojamiento me refiero a dos noches en Tainan que nos regaló una amiga americana porque tenía un voucher de Airbnb, más la noche de hotel que nos pagó el papá del chico que atropelló a Cami.
El entretenimiento estuvo cubierto por las visitas a los mercados o las playas. Por lo demás cosas que en otros países se cobran acá son gratis. Por ejemplo, en el parque nacional de Taroko no sólo no se paga entrada, sino que además hay 2 campings gratuitos a disposición de los visitantes.
Pasar casi un mes en un país tan lindo y conocer tanta gente increíble hicieron de viajar por Taiwan en bicicleta una de nuestras experiencias favoritas. Lo recomiendo con 17 tenedores Michelín.
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