Llegamos a Miami de noche. Llegamos sin tener claro como nos íbamos a ir a la casa de nuestra anfitiona de Couchsurf, solo teníamos una ruta en bus y la intención de tomar un servicio directo colectivo, porque en Miami simplemente no existen las distancias cortas.
$46.00 USD salía la gracia, asi que tocó subirse al bus, que te lleva a donde se toman los buses, e irnos por $1.75 cada uno. Que les voy a decir, nada más frustrante que ir en una carretera de 4 pistas por lado en un bus que para cada dos cuadras y su velocidad crucero es 40 km/hr... al lado de puros corvettes, dodges y su ocasional Lamborghini.
Menciono todo esto porque el rasgo más característico de Estados Unidos y sus ciudades, es su desprecio por el valor del suelo, basado en su dependencia del auto. Por cada local comercial como restaurantes o tiendas, hay al menos dos veces su área en estacionamientos. Puedes recorrer Florida entero sin ver en un edificio estacionamientos subterráneos, principalmente porque acá haces un hoyo y sale agua por todos lados.
En fin, llegamos un llovioso viernes en la noche a la casa de Doris, y la muy linda nos estaba esperando con sus amigos y unas copitas en su primera experiencia en Couchsurfing. Odio ser repetitivo...pero NUEVAMENTE la gente hizo toda la diferencia en nuestra experiencia en la ciudad. Doris es Colombiana cerca de los 45 años y vive con su hija de 17. Según ella su barrio es malo, pero la verdad es que las rejas de las casas, las que tienen, nunca se cierran con candado. Según ella vive en "una casita", pero tiene 3 piezas y una sala preciosa, un jardín trasero y un estacionamiento adelante con árboles y palmeras. Asumo que llegando de LatinoAmérica todo brilla pero luego te empiezas a medir con la vara gringa. Para nosotros, la casa y sus habitantes resultaron hermosos.
Miami es muy lindo. Las calles son lindas, las casas son lindas, el paisaje es lindo. Si tan solo pudiesen condensarlo todo un poco! En nuestro primer día allá nos reencontramos con Dayi, una amiga de Cuponatic Perú, que se vino a vivir para acá hace un año y partimos a ver bicis, que era el principal propósito de nuestro paso por acá. Siempre es grato contar con un guía turístico, pero mucho mejor con alguien que venga de un lugar como el tuyo y que te pueda explicar mejor las verdaderas diferencias. Lima y Santiago no se parecen mucho, pero si las comparas con una ciudad como Miami de verdad se ven bastante parecidas.
Con las bicis supe de entrada que nos iba a ir mal, pues en las tiendas de acá las bicis de touring también son un producto de catálogo con entregas o shipping de 3 o más días hábiles. Apenas nos dimos cuenta de esta triste realidad me puse a comparar precios con comprar bicicletas directamente en Europa. Al final la mejor opción fue comprar bicis inglesas con despacho a Madrid, y ya van en camino! Además las alforjas para las bicis las compramos en un sitio Alemán y también van en camino....y nosotros también. Madrid, te tenemos rodeado.
Volviendo a Miami, con Dayi fuimos luego a South Beach, el sector más turístico de la playa donde había un campeonato de voleyball playa jugado por model@s...obvio. El lugar muy muy lindo y agradable, pero también nos empezamos a dar cuenta donde estabamos.
Platos de 30 dólares en los restaurants con valet parking, mucho Ferrari y mucho bote de millón o más de dólares estacionado en los muelles de los alrededores. Miami es la sala de juegos de los millonarios de todo el mundo. En un momento nos pusimos a ver el cielo y en promedio a cualquier hora si estás en la playa puedes ver 6 aviones, si apuntas hacia uno de los 4 aeropuertos de la ciudad pueden ser hasta 14.
A la noche Doris nos invitó a un BBQ de sus amigos de acá. Todos latinos: Cubanos, Argentinos, Ecuatorianos, Venezolanos. Curiosamente: